Reinosa
TEMPLO PARROQUIAL SAN SEBASTIÁN
El templo parroquial de San Sebastián de Reinosa es el mejor ejemplo de la arquitectura barroca en la comarca de Campoo y uno de los más destacados de este estilo dentro de Cantabria. El edificio fue levantado, quizá sobre una antigua capilla románica, entre el siglo XVI y el XVIII. Destacan sus retablos barrocos cuya riqueza en dorados se atribuye a que se elaboraron con el oro donado por el conde de Revillagigedo, el que fuera virrey en México. De ellos destaca el retablo del altar mayor, dedicado a San Sebastián, el santo titular de la parroquia. Es de estilo churrigueresco y pertenece a la primera mitad del siglo XVIII.
LA CASONA
La Casona es un palacio situado en la avenida Puente Carlos III de Reinosa. Actualmente centraliza los servicios de biblioteca de la casa de cultura municipal, sala de exposiciones, centro de servicios de comunicaciones, sala de estudio y oficina de turismo. Su fachada fue declarada bien de interés cultural el 22 de noviembre de 1982.
El edificio se construyó en 1788 cuyo proyecto quedó poco más que las fachadas tras incendiarse en 1808. Hacia 1910 se reconstruyó, en parte en hormigón armado, respetándose las fachadas de piedra. Está construida siguiendo los cánones clásicos en boga en el siglo XVIII.
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
El antiguo Convento de San Francisco se encuentra en el extremo oeste de la ciudad, en la salida hacia el Alto Campoo. Fue fundado en el siglo XVI por Juan de Rebolledo y otros vecinos de la villa. La portada principal es de estilo herreriano, en la que lucen los escudos de dos de las familias fundadoras (Rebolledo y Solórzano), así como el de la orden franciscana. A continuación de la iglesia se construyó el claustro y las dependencias monacales, donde curiosamente, estuvo alojado unos días Carlos V recuperándose de una enfermedad.
IGLESIA DE SAN ANDRÉS DE RIOSECO
La Iglesia Románica de San Andrés de Rioseco, en el municipio de Santiurde de Reinosa, es un ejemplo muy claro del románico rural de finales del siglo XII. Se encuentra en un perfecto estado de conservación, ya que solo se han reformado en el siglo XVIII la espadaña del hastial y la sacristía. Es de destacar la portalada de la fachada sur que se encuentra enmarcada y cubierta con un estrecho tejadillo sostenido por canecillos sin decorar.