Se trata de una iglesia de estilo gótico, siendo la única representación de este estilo en Cantabria. Por si fuera poco, aquí se albergan obras de arte de gran valor, como son el Cristo Yacente, el Cristo de Zurbarán y una talla policromada en piedra, así como la copia de la lauda sepulcral gótica en bronce, entre otras historias que alberga.