La Cueva del Pendo, situada en Camargo, fue descubierta por prehistoriadores como Marcelino Sanz de Sautuola (descubridor de las pinturas de altamira), Jesús Carballo (fundador del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria) y Julio Martínez Santa-Olalla, que excavaron la cueca y descubrieron una cantidad de utensilios de hueso y asta. Las primeras ocupaciones se produjeron hace 84.000 años. En 1997 se descubrieron las pinturas rupestres, destacando las ciervas rojas y un caballo, realizados mediante la técnica del punteado, técnica única en el mundo por realizarse sólo en la Cornisa cantábrica en torno a los 25.000 años de antigüedad.