La iglesia de la Bien Aparecida es austera y sencilla, de una sola nave y planta de cruz latina con retablos churriguerescos. Cuenta con una talla de reducidas dimensiones de la Virgen Bien Aparecida, siendo probablemente la menor de todas las que existen en la España. Actualmente se conserva intacta, cubierta con vestiduras de gran belleza, no siendo anterior al siglo XV. Lo más importante de la iglesia es el conjunto de retablos (el más completo de la región), ejecutados por maestros del taller de Siete Villas.